En 1580 y 1587 fue fundada por Dr. Antonio Alvares Ferreira, Juez de Fora, y su esposa, D. Helena de Nóvoa, habiendo llegado a integrar 112 monjas.
La degradación del edificio fue provocada por un gran incendio en 1838. Se extinguió en 1879, año en que parte del edificio fue vendido para la construcción del actual Ayuntamiento.